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Grandes discos del Rock de acá, vol. I: La Biblia

11:29 p.m. Mala Prensa 0 Comentarios Categoría : , , , , ,


Con la idea de generar nuevos contenidos y secciones para el blog hoy vengo a presentarles el primer volumen de una sección que, si bien no tiene una regularidad establecida, va a pasar a formar parte de la cotidianidad de Expreso a Neptuno y que puede ser retomada por cualquier de sus miembros. Bienvenidos a Grandes discos del rock de acá, volumen I. 

El 15 de marzo de 1971 vería la luz uno de los discos más importantes de la historia de nuestro rock (y uno de mis favoritos), me refiero a La Biblia, de Vox Dei. Con este hecho, la banda oriunda del sur del conurbano bonaerense culminaba una etapa iniciada nueve meses antes, cuando dos de sus miembros, Willy Quiroga y Ricardo Soulé charlaban en un viaje en colectivo sobre futuros proyectos para el grupo, que venía de editar su primer LP en el sello Mandica (propiedad de Jorge Álvarez), Caliente (el del inoxidable hit Presente). En ese viaje, sondeando el porvenir de la banda Soulé manifestó que hacía rato tenía una idea, pero que no quería contarla porque le resultaba ambiciosa, y pensaba que iba a generarle problemas a la agrupación. Ante la insistencia de Quiroga, el cantante y guitarrista confesaría su intención de realizar un disco basado en la Biblia. 


Puesta la idea sobre la mesa, y aceptada por el resto del grupo, y por los responsables de Mandioca (que durante su corta vida dieron libertad a sus artistas), Soulé, Quiroga (bajo), Godoy (guitarra), y Basoalto (batería) se pusieron a trabajar. Todos participaron de la composición de la música, pero las letras corrieron por cuenta de Soulé, quien parecía tener una idea muy acabada de lo que quería para el disco. Según sus propias palabras no se iba a tratar de un disco religioso, sino desde su visión que se enfocaba más en los aspectos humanos. 

El proceso de composición y grabación fue complejo dada la particular temática elegida. Las sesiones de los estudios TNT no estuvieron exentas de tensiones. Hasta tal punto se llevó al límite la capacidad de la banda que sus consecuencias se harían notar en el corto y mediano plazo. La más cercana fue la interrupción por un breve período del proceso por parte del propio Soulé que acusaba el desgaste propio de las grandes presiones que el proyecto puso sobre sus hombros. No hay que perder de vista que se trataba de uno de los proyectos más ambiciosos del rock local, y que tocaba un tema muy sensible en una época en la que todavía había un importante grado de represión. La segunda mitad de la dictadura conocida como la revolución argentina estaba en pleno desarrollo y su control sobre las manifestaciones artísticas era importante, al igual que sus estrechos vínculos con la iglesia católica. Desconectarse le sirvió al cantante y compositor para poder clarificar algunas ideas que todavía le rondaban por la cabeza, y para recuperar energía y así continuar con la grabación del LP. La otra consecuencia a la que hacía mención más arriba se terminó de configurar una vez finalizada la obra cuando Juan Carlos Godoy, guitarrista y principal colaborador de Soulé en la composición de este disco en particular, decide abandonar el grupo por diferencias con este último. De hecho para los cuatro shows dados en el Teatro Alvear a modo de presentación de la obra, Godoy fue reemplazado por Nacho Smilari. 


Además de los aportes de la banda en sí, la grabación contó con la participación destacada de Roberto Lar (director, arreglista, y compositor), que contribuyó en los arreglos y en la dirección de la orquesta de veinticinco cuerdas, flautas, y del coro de voces femeninas que participa del larga duración. 

Adicionalmente a los problemas antes mencionados, al álbum le quedaría sortear varios escollos antes de ver la luz. Por un lado Mandioca se tuvo que comprometer con la iglesia a pasarle las letras de las canciones en forma previa a su publicación. Por fortuna, éstas cayeron en gracia de Monseñor Emilio Teodoro Graselli, encargado de revisarlas, que no solo no puso objeciones, sino que elogió el poder de síntesis logrado por Suolé. Otro inconveniente grande fue la quiebra del sello en medio de la grabación. Luego de varias idas y vueltas las cintas quedaron en poder de Disc Jockey, la grabadora donde el grupo ensayaba, que decidió editarla. Este cambio de discográfica llevó a que la segunda enviara a imprimir el LP de manera precipitada, cometiendo dos errores, por un lado se invirtió el orden en que se publicaron los temas Libros Sapienciales y Profecías (generando no pocas confusiones) y el más grave, incluyó una versión sin terminar de Apocalipsis, el último tema. 


A pesar de todas estas complicaciones, la obra es magnífica por donde se la mire, y su fama (bien ganada), no solo descansa en el hecho de tratarse de uno de los primeros discos conceptuales en español. Sus canciones, donde ellos mismos reconocieron influencias de Strauss, son complejas, con estructuras cambiantes, haciendo que cada una pueda dividirse en partes bien diferenciadas. Entre las más destacadas se encuentran Génesis, tema que abre el LP, y que se enfoca en la creación del mundo, y Libros Sapienciales en la que Dios le habla al hombre para darle enseñanzas. Sin embargo, los otros temas mantienen un gran nivel: Moises, que se centra en dicho personaje; Guerras, que cuenta el episodio protagonizado por David y Goliath; Profecías, en el que se relata el anuncio de la venida de Jesús; y Cristo, nacimiento y Cristo, muerte y resurrección, en donde se recorre la vida de Jesús; Apocalipsis terminaría siendo involuntariamente instrumental.

Tan importante resultó el disco que tuvo varias versiones. En 1974 el Ensamble Musical de Buenos Aires grabó su versión en la cual participaron artistas de la talla de Billy Bond, Alejandro Medina, Carlos Cutaia, Charly García, Claudio Gabis, David Lebón, Kubero Díaz, Nito Mestre, Miguel Cantilo, Oscar Moro, Raúl Porchetto, Rinaldo Rafanelli, Jorge Pinchevsky y varios más. En 1986 la banda se volvió a reunir y dejó un registro en vivo de La Biblia en el Teatro Opera, que se lanzó en 1987 e incluye Apocalipsis completo. En 1997 salió otra versión, esta vez de estudio con Andrés Calamaro, Fito Páez y Alejandro Lerner colaborando con la banda. Allí se incluyó por primera vez el tema inédito El Manto de Elías. Finalmente en 2005 se editó una versión doble de lujo que incluyó la versión remasterizada de los temas originales y muchos bonus tracks de ensayos y demos, entre los que se encuentra el breve Mandamientos también inédito hasta ese momento. 


No quisiera cerrar sin hacerme eco de un mito que recorre la historia de nuestro rock y que escuché de la boca del propio Juan Carlos Godoy. Cuenta la leyenda que cuando Pink Floyd estaba comenzando a preparar material para su nuevo disco escuchó La Biblia de Vox Dei y eso influyó en la obra que estaba por venir, ni más ni menos que The Dark Side of the Moon. Realidad o cuento, eso probablemente nunca lo sabremos, lo cierto es que se pueden detectar varios toques floydeanos en el LP de la banda de Quilmes. 

No me queda muchos más por agregar, salvo que por favor si no escucharon el disco ingresen YA al siguiente link, denle play y a disfrutar: 

https://open.spotify.com/album/6r5MB5kYbQcFLMMI2udQi5 

Nos leemos la próxima en Expreso a Neptuno.

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